A ocho meses de que sea inaugurado, Canal Seco ya es una importante obra de desarrollo y generación de empleo

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17 de septiembre. En medio del bullicio de las máquinas, cientos de obreros trabajan con afán en la última etapa del Canal Seco, la gigantesca obra que, además de generar miles de fuentes de empleo, reactivar la economía y ahorrar tiempo de viaje entre el Atlántico y el Pacífico, es clave para convertir a Honduras en el centro logístico de las Américas.

“Ya hemos dados pasos importantes en la Unión Aduanera con Guatemala y El Salvador; pronto tendremos a Palmerola y en unos meses estará el Canal Seco con el que uniremos a Amapala con Puerto Cortés”, señala el presidente Juan Orlando Hernández.

Listo en un 75 por ciento, el Canal Seco ya es una ruta confiable y segura que le ahorra varias horas a la persona que viaja del sur al norte y viceversa, y para encontrar el camino al desarrollo y la dinamización de la economía.

Si con su obra terminada a un 75 % el traslado de Goascorán a Comayagua se realiza en menos de 90 minutos, con la totalidad de la autopista, el país tendrá lista gran parte de la infraestructura vial que se requiere para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo del país.

Sin embargo, a lo anterior se deben sumar las fuentes de empleo generadas en los últimos años, las oportunidades de ingresos para miles de familias, la facilidad para acceder los productos a los mercados y por, su puesto, el hecho de necesitar menos tiempo viajando por el Canal Seco, de sur a norte o viceversa.

“Con el Canal Seco, los puertos y aeropuertos, más la infraestructura vial que se construye por todo el país, seremos un importante bastión, incluso para la región”, dice Hernández al referirse al esfuerzo que se realiza desde hace más de cuatro años, buscando que Honduras se convierta en un centro de traslado de mercaderías alternativo al Canal de Panamá.

Por ese sector, apenas les resta trabajar cierta capa de tierra para iniciar con el proceso de tiraje del asfalto. Ese tramo es de dos kilómetros de los 20 que aún permanecen de tierra.

Por la localidad de San Pito, colindante con Aramecina, lo que su momento fue una calle fangosa e intransitable, hoy luce como una vía de cuatro carriles y allí Román Cruz comanda a una cuadrilla de colaboradores que por ahora trabajan en las cunetas y desagües antes de que pase la maquina con asfalto.

“Esta es una gran obra, tengo tres años trabajando, soy de Aramecina y a mí me ha servido de mucho este trabajo, y no digamos la autopista, ahora viajamos más rápido y eso que no está terminado”, dijo mientras preparaba molduras para cunetas que algunos de sus compañeros utilizarán dentro de pocos días.

Una de las comunidades remotas del departamento de La Paz, que ahora cuenta con mayor acceso a los mercados es San Antonio del Norte. Antes del Canal Seco los habitantes necesitaban hasta tres horas en automóvil para acceder a carretera primaria, hoy ese tiempo se ha acortado en 90 minutos.

Con el Canal se busca, “generar más empleo, ampliar nuestros mercados y ser una importante alternativa para traslado de mercaderías de un océano a otro en poco tiempo y como alternativa al Canal de Panamá”, dijo en otro momento el mandatario.

Por ahora en el Canal Seco se trabaja al 100%, y si toda avanza como está previsto, se abrirá en su totalidad antes de tiempo. Sin embargo, el Canal Seco, pese a ser una obra inconclusa, ya es una importante opción de viaje seguro y de ahorro de tiempo y combustible para el sur o hacia la zona central y norte de Honduras.

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